Claudio A. Mora García Estudiante de Economía, UCR Actualmente vivimos en un mundo con un dilema constante de ¿qué empezó primero: el huevo o la gallina? Robert J. Schiller describe cómo la crisis financiera ha empezado con problemas desde EE.UU. hacia el mundo, y devolviéndosele con un golpe directo en la cara. Tenemos también la trampa de la pobreza o círculo vicioso de la pobreza, donde los pobres son capturados por ella debido a que una serie de características que comparten los llevan a ser más vulnerables a esta peste. Algunas de ellas, por ejemplo, son el acceso a servicios básicos como salud y educación, y otros no tan básico pero sumamente importantes como educación de calidad, equidad en la participación dentro de la educación superior, salud de calidad, tecnologías de la información, etc. Por tanto, a nivel personal éste se ha vuelto un tema muy importante de analizar. Mis sombras. Esta pregunta me ha seguido desde hace tiempo, desde que la oí por primera vez de un compañero mío en tercer o cuarto grado de la escuela (que, dicho sea de paso, también ha escrito algunos artículos en esta sección). Y probablemente desde ese entonces no me ha dejado tranquilo el conocer ¿qué fue primero: el huevo o la gallina? Y la trampa es muy obvia: si respondo que fue el huevo lo primero que apareció, entonces ¿de dónde salió el huevo si no de una gallina? Pero, entonces, de haber sido la gallina lo que estuvo primero… ¡¿de dónde salió la gallina si no de un huevo?! Probablemente la respuesta más clara es que, pues bueno, ambos fueron producto de la evolución de las especies. Entonces no es que la gallina o el huevo aparecieron de la noche a la mañana, sino que fueron el producto de millones años de mejora continua de los vertebrados amniotas de sangre caliente, desde los Archaeopteryx hasta llegar a las gallinas ponedoras que conocemos hoy. Pero decir todo esto es muy complicado y el resultado podría ser poco aplicable a otros escenarios. Lo que planteo acá no es una respuesta directa a esta pregunta, sino una indirecta que podría tener algunas aplicaciones. Círculos viciosos. La forma de resolver el problema no es viendo hacia atrás, sino hacia delante: Claramente, la interrogante lo que plantea es un círculo vicioso: si decimos que es el huevo lo primero que existió, entonces esto lleva implica posteriormente la existencia de una gallina, y esto a otro huevo, etc. Es decir, sabemos que de existir primero alguno de los dos elementos (el huevo o la gallina), no importa cuál haya sido primero, sabemos lo que le seguirá. Entonces, de tener primero un huevo, le seguirá una gallina; y viceversa. Lo importante es saber que apenas exista alguno de los dos elementos, el próximo le seguirá. Y para poder cortar con esta repetición continua, basta notar que si podemos lograr que alguno de ambos no se siga dando, el próximo tampoco se dará. Entonces, si eliminamos el huevo… adivinen: ¡no existe más gallina! Aplicaciones. Las aplicaciones no se deberían hacer esperar, y en general puede ser aplicado a cualquier problema que implique un círculo vicioso donde algo lleva a otra cosa. Iniciábamos el artículo con dos ejemplos: el círculo vicioso de la pobreza y la crisis financiera de EE.UU. hace unos cuatro meses y mundial después de eso. En el primero es de notar, que si logramos eliminar la existencia de algunas de aquellas variables, podríamos eliminar la pobreza, pero, aún más, podríamos rescatar a estas personas de caer en el círculo vicioso. La crisis es otro círculo vicioso: lo importante es notar que no importa cuál sector rescatemos, ¡lo importante es rescatar alguno por completo! Y no hacer pequeños esfuerzos en cada uno por separado. En general, esto puede ser tan solo un primer esbozo de algo que requiere todavía mucha limpieza.
lunes, 22 de diciembre de 2008
¿El huevo o la gallina?
Publicado por Ágora Socialdemócrata en 11:35 1 comentarios
Comunicación en redes
Las campañas políticas serán diferentes.
Esteban Porras Zúñiga
Estudiante universitario
La historia nos enseña que al igual como el viento parece concentrarse en un punto del velamen de un navío, las fuerzas sociales actúan en torno a un liderazgo que las mueva.
Barack Obama probó las mieles del éxito en esta revolución llamada Web 2.0, logró utilizar las redes sociales para fomentar la participación política y atraer población de todas las edades. Obama estaba prácticamente en todas las redes sociales utilizados por los norteamericanos, tenía perfil en Facebook, Myspace, Twitter, Flicker, Youtube, Mi Gente y otros, razón importante por la cual logró capturar el voto joven y de las minorías en las elecciones recién concluidas.
Comunicación de redes. Después de la campaña política estadounidense, las campañas no volverán a ser las mismas. Podemos señalar una serie de cambios en el estilo Obama: liderazgo, la gerencia de campaña, la construcción del mensaje, la publicidad, el financiamiento y el cambio generacional.
Los asesores de la campaña entendieron muy bien el cambio de generación y utilizaron Internet como la plataforma por excelencia para acercarse al pueblo, logrando difundir las propuestas y aprovechando el factor clave de las redes sociales: convertir a los seguidores en pequeños dinamizadores de la campaña.
El modelo de redes sociales permite lograr un estilo descentralizado, participativo y donde la agenda la proponen los grupos de la red, dando fin al modelo usado hasta ahora: jerárquico, autoritario, con unidad de mando y una agenda controlada. Con esta fórmula, Obama y su equipo ha logrado que el 74% de los jóvenes entre los 18 y 29 años prestará atención en la elección presidencial, es decir 32 puntos porcentuales más que en el 2004 y 61 puntos porcentuales más que hace 8 años, según datos de la revista Time.
Esto no refleja sino el agotamiento del viejo modelo de hacer campaña basado en la videopolítica, cediendo el paso a un nuevo modelo que apunta hacia la relación misma del político con el ciudadano y la utilización de nuevos métodos para comunicarse con el votante.
El antiguo modelo lo representó John McCain, su estilo vertical del político hacia el elector cansó al votante. Obama utilizó un liderazgo horizontal donde él y la gente forman un equipo para gobernar, el receptor de esta forma se incorpora al mensaje y toma noción de que el cambio se logra con su participación. Con el nuevo modelo el mensaje se difunde a través de las nuevas tecnologías de comunicación: web personal, mensajes de texto, correos personalizados y creación de bases de datos, que motivan la interacción y apuestan por las redes ciudadanas donde la comunicación es boca a boca con un costo accesible.
Ante una nueva campaña. Según datos de la I Encuesta Nacional de Juventud, para las próximas elecciones de nuestro país alrededor de 1.339.204 de los votantes serán de personas menores de 35 años. Según datos de Racsa, un 39% de la población utiliza Internet, con un promedio de uso de 2 horas diarias y una edad promedio de 29 años. Atraer a este sector que forma parte en una mayoría importante del abstencionismo, es uno de los grandes retos que los próximos comicios deben tener.
La herramienta para lograrlo está a la mano en un país con la cobertura de computadoras más alta de Latinoamérica por cada 1.000 habitantes, solo hace falta un mensaje certero y una implementación adecuada. El abrumador triunfo de Obama estuvo muy vinculado a la impecable estrategia de comunicación, el candidato que quiera ganar en Costa Rica en el 2010 sin duda tiene algo que aprender de Obama, su equipo y las redes sociales.
Publicado por Ágora Socialdemócrata en 11:34 0 comentarios