domingo, 25 de mayo de 2008

Orquesta Juvenil Centroamericana: Buena Experiencia.

Lic. Jorge Rodríguez Vives. Violinista Orquesta Juvenil Centroamericana y OSJ Costa Rica.
Correo Electrónico jrvives121@gmail.com

La música siempre ha sido un medio para unir a los seres humanos, por eso algunos le han tildado de ser el lenguaje universal, por lo menos de entendimiento universal. Desde el pasado 10 de Mayo y hasta el 14 de mayo, los jóvenes músicos centroamericanos tuvimos una experiencia única, fuimos colegas de orquesta con músicos de la filarmónica de Berlín. Ya en sí esa experiencia fue única, pero lo es aún más cuando Costa Rica y su Orquesta Sinfónica Juvenil reciben a hermanos centroamericanos para que juntos vivamos dicha aventura y se compruebe una vez más, que los centroamericanos tenemos mucho que ofrecer pero sobre todo mucho que compartir.

Nuestra Experiencia. Con toda seguridad todos los músicos de la Juvenil Centroamericana, nos sentimos todavía extasiados. Andreas Neufeld (violinista), Wilfried Strehle (violista), Christoph Igelbrink (cellista), Wolfgang Dünschede (flautista); cuatro de los 128 músicos de la filarmónica de Berlín, compartieron sus experiencias, vivencias y destrezas con nosotros. 88 músicos jóvenes de Costa Rica, Honduras, Guatemala, Panamá, que nos dimos cita para aprender de estos maestros, de una de las orquestas más importantes del mundo.

Por medio de las clases maestras individuales que estos cuatro maestros impartieron, dejaron en cada músico al que escucharon parte de su trayectoria. Con cada uno de los ensayos con la orquesta nos hicieron sentir que la música definitivamente es parte esencial del ser humano, pero sobre todo nos enseñaron que querer es poder. El prepararse para estar junto a estos cuatro músicos no fue fácil, además de ilusiones, expectativas y hasta temores, los 88 músicos de Centroamérica tuvimos que preparar nuestra técnica instrumental, y estudiar para dar la talla. Hoy podemos decir que cada uno de nuestros países debe sentirse feliz por el resultado, y que cada uno de nosotros puso en alto el nombre de su Nación y de la región.

El Legado. Además del bagaje académico que nos heredaron los maestros Neulfeld, Strehle, Igelbrink, Dünschede, tal vez el legado más significativo que dejan a la región, es la forma de vivir la música. Una pasión, una forma de exaltar las virtudes de los humanos. Una forma de unir, una forma de mejorar, una forma de hacer que nosotros los jóvenes aportemos a la sociedad.

Es necesario que se sigan fomentando este tipo de iniciativas, de intercambio con músicos de gran trayectoria y calibre musical, y a la vez el intercambio con músicos de la región. Ojalá este sea el inicio de una larga convivencia de la Orquesta Centroamericana. Ojalá que podamos seguir uniendo esfuerzos para que por medio de las artes inculquemos responsabilidad a la sociedad, pero sobre todo que nos sirva de ejemplo de que la unión hace la fuerza. Como consta en la Oda a la Alegría, utilizada por el maestro Beethoven en su Novena Sinfonía, “Tu magia une otra vez, lo que la costumbre ha separado; todos los hombres se vuelven hermanos donde mora tu ala suave”. Así pues, que la música siempre nos hermane.

sábado, 24 de mayo de 2008

Los derechos de la juventud


Página Quince
Laura Chinchilla Miranda
Vicepresidenta de la República

Es como si viviéramos en el país de Nunca Jamás, donde no existen jóvenes, solo niños y adultos.

Esta semana, Costa Rica tuvo el honor de ser la sede del lanzamiento de la Convención Iberoamericana de Derechos de los Jóvenes, el primer tratado internacional que reconoce expresamente a los jóvenes como sujetos de derecho y actores estratégicos del desarrollo. Con esta Convención le damos a la juventud el lugar que merece en el concierto de las naciones y hacemos de Iberoamérica una región más inclusiva y más democrática.

Abandonar mitos. Sin embargo, no basta con promulgar un compendio de derechos humanos. Si queremos verdaderamente poner en práctica una política de promoción de la juventud, tenemos que abandonar tantos mitos y prejuicios fundamentados sobre la idea de que los jóvenes son criaturas irracionales, que viven en el desenfreno de la inexperiencia, y que solo aportan al mundo el ímpetu de su vida y su tendencia a la rebelión. Esa percepción no ha sido más que una forma de descalificar las opiniones de la juventud, y de negarle una participación más equitativa en la sociedad.

Al tratar a los jóvenes, los adultos se han ubicado en dos extremos igualmente equivocados: por un lado, está el paternalismo obcecado, que pretende que los jóvenes necesitan que alguien más gobierne su vida; y, por otro lado, está el desinterés moderno, que piensa que no requieren ninguna forma de atención particular. El primer extremo considera que nuestros jóvenes deben ser tratados como niños, el segundo extremo considera que deben ser tratados como adultos. Y yo me pregunto: ¿no sería mejor tratarlos como jóvenes?

Parece como si viviéramos en el país de Nunca Jamás, que creó el escritor escocés J. M. Barrie en Peter Pan, un país donde no existen jóvenes, solo niños y adultos. “Los niños perdidos” que viven ahí solo tienen dos opciones: o no crecen nunca, bajo el mando de Peter Pan, o se convierten de golpe en adultos, bajo el mando del Capitán Garfio y su séquito de piratas.

Temor a libertad. Los Peter Pan de nuestros días son esas personas que le temen a la libertad de los jóvenes, a su creatividad y a su capacidad de expresarse; que no quieren darles posibilidad de participar en la toma de decisiones de una sociedad, y que creen que basta con sentarlos inmóviles en clases de Matemáticas, Estudios Sociales y Español, sin darles oportunidades para el arte, la cultura, el deporte o el liderazgo político.

¿Cómo pueden hacer “los niños perdidos” para demostrarle a Peter Pan que ya están listos para crecer? No existe una única respuesta. Los mismos jóvenes tienen que ir encontrando la mejor forma de reclamar sus espacios de madurez. Cada uno debe buscar la oportunidad para manifestar sus opiniones, su conformidad o descontento con las circunstancias que los rodean. Cada uno debe demostrar que es capaz de ejercer su libertad, y de ejercerla responsablemente.

Por otra parte, quienes emulan al Capitán Garfio pretenden que los jóvenes sean adultos de la noche a la mañana y asuman roles y riesgos que no les corresponden. Los jóvenes representan un grupo de la población que tiene necesidades muy específicas que están siendo desatendidas, porque caemos en el error de creer que, cuando los niños dejan de ser niños, se convierten inmediatamente en adultos. En cierta manera, protegemos y estimulamos a nuestros niños hasta los 12 ó 13 años, y a partir de ahí les decimos “bueno, suerte en la vida”. Con esta actitud, simple y sencillamente nos estamos brincando una etapa de la vida de nuestros habitantes.

Instrumento jurídico. Entonces también debemos preguntarnos: ¿cómo pudieran “los niños perdidos” decirle al Capitán Garfio que todavía no son adultos, y que necesitan atención especial en ciertas áreas en las que son vulnerables? Lo mejor que pueden hacer es crear un instrumento jurídico, como lo hicieron al promulgar esta Convención, con el que puedan reclamar sus derechos y hacerlos valer frente a quien sea. Con ella, han dicho “presente” en el auditorio del mundo, y por eso quiero felicitarlos y expresarles mi admiración.

El mundo es un lugar fantástico. Tan fantástico como la estrella donde se encuentra el país de Nunca Jamás. Pero tiene también defectos, y sus habitantes se equivocan tanto como el Capitán Garfio o Peter Pan. Ahora los jóvenes tienen la herramienta para pedirles a ambos, con respeto y responsabilidad, que pongan los pies en la tierra y que comprendan, por fin, que el más sagrado derecho de la juventud es el derecho a la juventud.

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Gobierno pide a jóvenes ‘apropiarse’ de Convención Gobierno pide a jóvenes ‘apropiarse’ de Convención

Alonso Mata B. | amata@nacion.com

Tratado de derechos entró ayer en vigencia

El Gobierno exhortó ayer a la juventud a “hacer suya” la Convención Iberoamericana de los Derechos de los Jóvenes y utilizarla como un instrumento contra las arbitrariedades.

Ayer se celebró en el Teatro Melico Salazar la entrada en vigencia de este tratado internacional.

La Convención está constituida por 44 artículos, todos en defensa de la población joven, entre ellos el derecho al trabajo digno y a la libertad de expresión.

Acción. En la actividad de ayer, la viceministra de la Juventud, Karina Bolaños, y la presidenta de la República en ejercicio, Laura Chinchilla, consideraron que los alcances de la Convención dependerán del cumplimiento que se haga de ella.

“Hagan suya esta Convención, hagan visibles sus sueños, aporten cosas que hagan de este mundo un mejor lugar”, manifestó Bolaños ante un auditorio mayoritariamente integrado por jóvenes.

Los muchachos asumieron el compromiso y aseguraron que sus voces se oirán ahora con más fuerza dentro de la sociedad.

“Hay que aprovecharla (la Convención), saber que es un instrumento que nos respalda y darnos a respetar”, afirmó el estudiante de noveno año, Edgar González.

Políticas. Para el secretario general de la Organización Iberoamericana de la Juventud, Eugenio Ravinet, la utilidad de la Convención dependerá “de que tan en serio se la tomen los Gobiernos”.

Manifestó que, a partir de los 44 artículos, se debe impulsar políticas públicas para el beneficio de jóvenes que los visualicen como seres activos en “su presente”, no como el futuro.

“Que haya una perspectiva enfocada en los jóvenes en temas legislativos, proyectos y programas”, añadió Ravinet.

lunes, 12 de mayo de 2008

Opinión: El Príncipe de las Paradojas

Artículo de Opinión Esteban Porras. La Nación 11/05/2008.

Para Jorge Luis Borges, la obra de Gilbert Keith Chesterton no encierra una sola página que no ofrezca felicidad. Borges, profundo admirador suyo, al igual que muchos grandes escritores “sufrió” de su influencia.

Novelista, poeta, ensayista, articulista y pensador político representan solo algunos de los géneros literarios que este escritor desarrolló: de su pluma salieron más de mil artículos y noventa libros.

Tan joven y tan viejo. Sir Arthur Bryant, gran historiador Británico, afirmó: “La influencia de Chesterton será más grande en las generaciones aun no nacidas”. Y no se equivocó; sus libros se siguen leyendo y su influencia sigue teniendo amplio alcance.

G. K., como gustaba abreviar su nombre, es un escritor al alcance de todos los públicos, con una crítica aguda, un campo de acción universal y una atracción magnética que cautiva y enriquece. Por esta razón, lo recordamos en este mes de conmemoración de su nacimiento.

Escritores conversos. El final del siglo XIX y mediados del XX representa uno de los períodos más interesantes de la Inglaterra moderna. Este movimiento, del que Chesterton recibió gran influencia, tiene su precedente en la conversión y labor intelectual del Cardenal Henry Newman, el cual fue todo un ejemplo de rigor y honradez que debe vivir un investigador.

Chesterton, de familia anglicana y agnóstico en su juventud, comenzó su andadura literaria en el primer año del siglo XX. Su conversión al catolicismo no se produjo hasta mediados de 1922, a pesar de estar muy cerca desde años anteriores. Acude a la novela policíaca para expresar la peculiar manera en que se debe buscar la verdad.

Fue el que más influyó en los escritores de su época, gracias en gran medida, a la manera intelectual de enfrentar la fe: Graham Greene, Ronald Knox, Dorothy Sayers, Evelyn Waugh y G.M. Hopkins, son algunos de los que Chesterton acercó a la Iglesia Católica.

Para Chesterton era mala teología atacar la razón, y el estudio concienzudo fue lo que hizo dar el paso a la Iglesia de Roma a muchos de esta generación. Otros como C. S. Lewis y T. S. Eliot fueron “conversos” que no alcanzaron el catolicismo. Lewis comenta que, al leer a Chesterton, no sabía en lo que se estaba metiendo: “El joven que desee seguir siendo un ateo sensato nunca puede ser demasiado prudente con lo que lee”. Eliot igualmente tuvo su conversión, en este caso hacia la iglesia Anglocatólica.

Búsqueda de la verdad. Para Graham Greene, Chesterton era demasiado bueno para ser político. En la campaña de 1906 participa por primera vez en la vida política, y de ahí lo seguiría haciendo, aunque solo fuera para confirmar su desconfianza en los políticos.

En esa búsqueda en la que vivió siempre, Gilbert Chesterton se convierte en el pionero del distributismo, junto a su amigo Belloc. Se basan para esto en las premisas de la encíclica Rerum Novarum y profundizan en la problemática económica de su época.

G. K. fue un hombre de reformas, un pensador libre y un visionario de su tiempo: “Tanto como antes, más que nunca, creo en el liberalismo”, dijo en una ocasión al referirse a la obra de Dickens.

Ese era Chesterton, el liberal que no creía en los liberales, el hombre que confesó no tomar en serio sus libros, pero sí sus opiniones, el que convirtió a muchos antes de convertirse él al catolicismo. El creador de teorías económicas, el hombre optimista y de gran vitalidad. El gigante de las letras: el príncipe de las paradojas.