Una Banca de oportunidades
Jorge Rodríguez Vives. Jorge E Padilla Cordero.
Internacionalistas.
Costa Rica va a poder gozar de un sistema financiero solidario.
Emprendedores, jóvenes, líderes comunales, agricultores, y todo el que tenga una idea productiva; todos debemos sentirnos satisfechos, interesados y muy alegres. La reciente aprobación de la Ley sobre Banca para el Desarrollo hoy es una realidad, y esa banca será la que abrirá sendas opciones para todas aquellas personas con iniciativas que antes no las tenían. Con este proyecto de tipo social, hoy en Costa Rica hay una nueva oportunidad para paliar el fenómeno de la pobreza, pero sobre todo para mejorar la calidad de vida de muchos conciudadanos.
El crédito por el crédito no hace que las ideas sean exitosas, una de las mayores ventajas es que gracias al sistema de banca para el desarrollo, los emprendedores van a contar con sistemas de asesorías para mejorar sus capacidades empresariales. Y esto es de vital importancia ya que este tipo de seguimiento fomenta y nos recuerda que la formación es una de las forma de movilidad social más importantes.
En el corto y mediano plazo veremos el resultado del incentivo de formar empresarios capaces de mejorar sus sistemas productivos, capaces de mejorar su eje administrativo, pero, sobre todo, comprobaremos la correcta fórmula para una mejor condición de vida para muchos sectores de nuestra sociedad.
Socialización de la Banca. Costa Rica hoy va a poder gozar de un sistema financiero que es solidario. Dentro de la ley de banca de desarrollo se establece que nuestro sistema bancario nacional pondrá a disposición de las ideas productivas el 5% de sus ganancias, situación que fomenta la solidaridad y la universalidad de este proyecto al alcance de todos. Así hoy se comprueba que Costa Rica es capaz de innovar, mejorar y ser responsable con sus ciudadanos.
Es imperioso destacar que para la consolidación a lo largo del tiempo de esta iniciativa, se requiere brindarles a las entidades competentes las debidas herramientas legales y márgenes de acción para velar por el correcto funcionamiento de este mecanismo, tanto en los procesos de asignación de los recursos como en su adecuado uso, basado en un minucioso sistema de rendición de cuentas y transparencia, donde prime el principio de lucha contra la corrupción.
Un paso más. Costa Rica necesita instrumentos legales y económicos de este tipo para la consolidación de un Estado eficiente y solidario, que, depurando los procesos de competitividad, nos mantenga presentes y constantes en las dinámicas mundiales que son todo un reto en estos tiempos de crisis.
La Banca para el Desarrollo es, por ende, una herramienta para que sueños productivos se vuelvan realidad. Es un paso más hacia la búsqueda del bienestar social, es una oportunidad para nosotros los jóvenes, para las mujeres luchadoras y cabezas de familia y para los emprendedores en general que requerimos pequeños y puntuales “empujones” para alcanzar metas. Una nueva oportunidad para que las ilusiones se vuelvan realidad y para que nuestra sociedad avance hacia un futuro mejor.Es también la puerta abierta para el goce de un desarrollo económico más equitativo reduciendo las brechas que nos aquejan y nos hacen tambalear nuestro entorno social.
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