martes, 3 de junio de 2008

Comercio en verde

ESTEBAN PORRAS ZÚÑIGA | estebanpz@gmail.com

Estudiante Universitario

En los últimos 20 años los productos, servicios y tecnologías medioambientales, alcanzó un tamaño comparable al de las industrias aeroespacial y farmacéutica.

Las economías en desarrollo como la nuestra, podrían ser las grandes beneficiadas, al contar con una ventaja competitiva inmediata en sus recursos naturales, aunado a las soluciones tecnológicas que puedan desarrollar para la protección del entorno.

Opciones. Los grandes dominadores de este mercado son el Japón y los países desarrollados de América del Norte y Europa. Según las previsiones, los países emergentes y en desarrollo que controlaban un 10% de mercado ambiental en 1995 podrían controlar el 15% para el 2010. Tal como demostraron algunos países pequeños como Finlandia y Noruega que exportan cerca del 50% de su producción.

La Joint Enviromental Markets Unit, del Reino Unido, estima que este crecimiento podría ser del 10% anual, con una cifra de negocios de US$178.000 millones, mientras que los países desarrollados lo harán solo entre un 3% y un 5%, aunque les permitirá siempre seguir dominando el mercado.

La protección del medio ambiente ofrece excelentes perspectivas comerciales, pero plantea grandes desafíos. Para muchos podría parecer utópico, ya que la incorporación de criterios ecológicos en la industria significa en algunos casos aumento de costos, así como una mayor inversión en tiempo y esfuerzo, pero la opción “verde” puede provocar una mayor atracción de los productos de cara a los compradores y a los consumidores, mejorar la competitividad y asegurar el cumplimento de las normativas ecológicas cada vez más estrictas.

Futuro prometedor. Según un estudio de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), el 50% de los bienes ambientales que se usarán dentro de los próximos 5 años no se ha creado todavía, lo cual arroja una serie de posibilidades y es motivo para que el país continúe trabajando en estos temas.

El camino es arduo, por lo que entidades de distintos ámbitos a nivel mundial, adoptaron un sistema de presentación de informes ambientales, en sectores como la generación y distribución de electricidad, conglomerados industriales y comercio minorista de alimentación, creando oportunidades de negocio para el sector de los servicios ambientales.

El sector que tuvo el mayor “boom” dentro de los productos medioambientales es el de la agricultura orgánica. Costa Rica cuenta con alrededor de 80 productos orgánicos, siendo 7 los de principal exportación, principalmente a Estados Unidos y Europa.

El potencial es muy grande, para el 2005 según datos del Ministerio de Comercio Exterior, solo 13.967 hectáreas estaban dedicadas a la siembra de productos orgánicos que benefician a unos 6.000 productores.

Queda entonces mucho por hacer, máxime si se toma en cuenta que Costa Rica es el único país centroamericano certificado como productor de orgánicos y que la diferencia en precios, si se toma como comparación los productos convencionales, rondan desde un 52% hasta un 117% de sobreprecio.

Actualmente, la venta de alimentos orgánicos se sitúa entre el 1% y 3% del total de alimentos, lo cual revela el enorme mercado por cautivar, así como el hecho de que se une a un interés cada vez mayor del consumidor por el cuido de su salud y el medio ambiente.

Aprovechar estos mercados debe ser la nueva consigna; facilitar las certificaciones es la tarea pendiente. Lograr la vigencia del Cafta con EE. UU. y aprobar el Acuerdo de Asociación con Europa, los dos principales compradores de estos productos, es el reto impostergable.


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