viernes, 11 de julio de 2008

Ocean Castillo Loría.

Hemos seguido con mucho interés el intercambio que ha generado la aparición de un nuevo partido político de nombre Alianza Patriótica, en el que se destacan la participación de personalidades de nuestro partido y de los algunos grupos que se opusieron a la aprobación del DR – CAFTA, en el pasado octubre del 2007.

En una primera visión, como toda declaración de principios, ésta es muy general e implica temas que de un modo u otro han estado presentes en la agenda del Partido Liberación Nacional (PLN), tal es el caso del desarrollo en armonía con la naturaleza o la justicia social y la justa distribución de la riqueza.

Ahora bien, es interesante que el anuncio de la fundación del nuevo partido político lo hicieran algunos dirigentes de la estructura que se conoce como: Frente Socialdemócrata y si bien es cierto (Según lo informa la prensa), participaron personas de otras estructuras, pues es interesante observar como el medio de comunicación resalta a este grupo, que en principio se interpretaba como un colectivo de estudio dentro del PLN.

Por otro lado, debe destacarse que lo que se está haciendo es asumir una estructura existente (El Partido Acción Democrática Alajuelense: PADA), en este nuevo partido político. Una de las experiencias más recientes en este sentido, fue el Partido Rescate Nacional, que pasó de tener en sus organismos a sectores sindicales y socialcristianos a sectores de izquierda. Lo cierto es que ni en una modalidad ni en otra, el Rescate Nacional demostró la suficiente capacidad de movilización para tener un peso importante en el resultado electoral.

De ahí que, una pregunta fundamental es: ¿cuál es la capacidad de movilización de los sectores componentes del nuevo partido? Si se parte de la premisa que los resultados del referéndum reflejaron en mucho los resultados de las elecciones del 2006, y que, la mayoría de los votantes del "no" fueron aportados por el Partido Acción Ciudadana (PAC), entonces, podría postularse la hipótesis que la capacidad de movilización del nuevo partido debe ser poca.

Por otro lado, se ha establecido que el objetivo del Alianza Patriótica (AP, El nuevo partido) es atraer las fuerzas anti neoliberales, significa que deberá competir con importantes sectores tanto dentro del PLN y del Partido Unidad Social Cristiana (PUSC) Así como, del mismo PAC o el Frente Amplio (FA) entre otros. Esto quiere decir que el electorado de este perfil (no neoliberal) será altamente competido. De ahí que es importante preguntarse: ¿Cuál es la capacidad de movilización de los dirigentes de AP?

La declaración de principios recurre a un lugar común, como es, expresar el que recogen la herencia de políticos liberales, reformistas, anarquistas, socialistas y socialdemócratas.

Ahora bien, es de hacer notar la participación del Ing. Rolando Araya en esta actividad. En sus palabras, queda claro un debate que muchos participantes de esta lista hemos planteado: ¿Qué es ser socialdemócrata hoy?

He aquí una diferencia sustancial con nuestro pensamiento y es que en AP se piensa que podemos oponernos a la globalización mientras que, en PLN creemos en la posibilidad de concretar la justicia social en el marco de la globalización, que de paso es un fenómeno objetivo.

Basado en esto, encontramos, de ser el caso, en términos de debate un flanco de debilidad: "AP plantea una respuesta política imposible". Aparejado a esto, el PLN debe plantear una propuesta programática que permita concretar la justicia social en el ámbito de la globalización.

Asimismo, es claro que si las posiciones de Araya son las admitidas por el nuevo partido, es claro que conocemos sus debilidades. Por ejemplo, el que son poco entendibles para el electorado común. El tema del socialismo cuántico es muy interesante para la esfera de la teoría política, pero no para ser entendidas para el ama de casa o el trabajador de la calle.

Otro factor es: ¿Cuál será el comportamiento de los sectores opositores al "Arismo" dentro del PLN? Y la respuesta dependerá del futuro candidato o candidata presidencial del partido.

Otro escenario es el de una posible coalición político partidista entre los grupos del "no". Un primer aspecto es observar como el PAC negó esa posibilidad en el proceso electoral pasado y si se observan las palabras de Ottón a su regreso al país, las posibilidades de la coalición son bajas. Súmese a eso, la fuerte crítica del diputado Oscar López del Partido Accesibilidad sin Exclusión, quien se opone al llamado de Solís como único líder de la oposición.

Adicionalmente, debe tenerse claro que, si se conoce la composición de los llamados Comités Patrióticos, estos tienen muy claro el no dejarse atrapar por ningún partido político, por más aliado que haya sido durante la campaña del referéndum.

Por otro lado, debe tenerse presente que si bien la existencia de un nuevo movimiento político fortalece el abanico de elección, no debe perderse de vista el que esta multiplicidad ha venido siendo nutrida por el PLN (PAC, Unión Patriótica, AP) Por lo que debe ponernos a reflexionar acerca de la capacidad de cohesión dentro del partido y la fortaleza de los espacios de debate dentro de éste, así como la capacidad de tolerancia de los puntos de vista en los distintos grupos.

Surge aquí otro tema que hemos tratado algunos miembros de la lista: ¿Cuál es actualmente la posición ideológica del PLN?, ¿Es centro izquierda?, ¿Centro derecha? Tal parece, como lo dijimos en un intercambio anterior, que nuestro partido se ubica en lo que se ha dado en llamar socioliberalismo y que consiste en una variante un poco más próxima al liberalismo con un menor intervencionismo Estatal, pero con el mantenimiento de subvenciones propias de la socialdemocracia.

De ser cierta esta tesis, resultaría que el PLN ha pasado del centro izquierda al centro derecha (Esta es la respuesta de porqué terminamos más cerca del PUSC y del Movimiento Libertario que de otros partidos) y por lo tanto, estos nuevos partidos que son nutridos por ex liberacionistas, buscan llenar el espacio de una izquierda democrática. De ahí que, resultaría verdad el que muchos sectores de centro izquierda no se sienten representados por Liberación Nacional. Un ejemplo de ello en la campaña pasada fue la Corriente Socialdemócrata que terminó en el PAC y puede ser el caso actual del Frente Socialdemócrata.

En esta misma línea si algo positivo nos trae la separación de estos sectores, es el hacer un llamado de atención a la realidad de nuestro partido y la imperiosa necesidad de una reflexión y operacionalización de una propuesta de centro izquierda en el marco de la globalización. Ejemplo de un esfuerzo de este tipo lo hemos tenido hace algún tiempo en el SPD alemán.

Un aspecto más a contemplar es el retrasar dicha reflexión y operacionalización fundamentados en la idea de que "la mayoría de los que se van siempre vuelven". Lamentablemente esto no es de todo cierto, pudo suceder en el pasado porque en aquel ayer no había una estructura capaz de atraer a los que se iban, pero lo cierto es que ahora con la existencia del PAC es más probable que se acerquen a este partido que a regresar al PLN.

Asimismo, se complica el panorama si se permite la entronización de un pensamiento de centro derecha o de derecha de forma monolítica dentro del partido. De ahí que valga la pena insistir en el debate que responda a la pregunta: ¿Qué es ser socialdemócrata hoy? Y por supuesto, este debate debe hacerse en el marco de la tolerancia que siempre nos caracterizó y que lamentablemente en muchas ocasiones parece perderse por actuar más con el hígado que con la cabeza.

Precisamente este es el peor error que se puede cometer (Poner el hígado por encima del cerebro). Este tipo de situaciones en las que se mira como partidarios se alejan de las filas verdiblancas nos debe llamar a pensar y no a lanzar "rayos y centellas".

Resulta cierto que el cuadro para el PLN se complica. La capacidad de movilización del partido viene teniendo problemas prácticamente desde 1990, cuando se gana o se pierde una justa electoral, en números gruesos, se hace por un 2 % en promedio. Adhiérase a esto el desgaste del presente gobierno y la crisis mundial.

Ahora, no es malo pensar que tenemos la visión, organización y recurso humano para llevar adelante el desarrollo del país, lo cierto es que debe convencerse al electorado de ello, si discursivamente los otros partidos nos ganan esa bandera vamos a estar en problemas, ya el PAC lo intentó en el 2006 cuando Ottón decía: "Dennos oportunidad de gobernar y no los defraudaremos".

Asimismo, es innegable que el PLN tiene vocación de poder pero aquí es donde juega la capacidad de movilización y el juicio que tenga el electorado de este gobierno, que si bien tiene importantes logros también ha enfrentado graves problemas, por ejemplo con la inflación.

Si bien es cierto no se visualiza que en Costa Rica las posiciones de extrema izquierda o extrema derecha tengan gran apoyo del electorado, no puede perderse de vista que ni el PAC ni Alianza Patriótica parecen acoger la extrema izquierda.

Si a esto se suma la moderación del Movimiento Libertario y la lucha del PUSC de volver por sus fueros con Calderón, pues resulta que el PLN tiene importante competencia ya sea por el lado del centro derecha o del centro izquierda.

De modo que, ciertamente el gran desafío de Liberación Nacional es tener una excelente propuesta política que, rescatando lo mejor de nuestras raíces y tomando en cuenta el contexto global nos permita reconquistar los sectores del electorado que se sintieron representados en el pasado por el partido pero ahora no tienen ese sentimiento, además de atraerse al nuevo electorado y en esta materia se siente que nuestra revigorizada juventud puede jugar un importante papel.

Pues bien, en términos del diálogo interpartidario debe tenerse claro que el PLN ha buscado coincidencias, el punto es que esas coincidencias las ha logrado con partidos como el PUSC o el Movimiento Libertario, lo que nos vuelve a hacer pensar sobre el posicionamiento ideológico del PLN.

Adicionalmente resulta cierto que una visión ideológica monocromática es la que posibilita el calificar a ciertos sectores de la oposición como de extrema izquierda e inclusive, hasta dentro del mismo partido puede caerse en calificar de manera negativa a aquellas personas que tengan una visión crítica de la actual línea política de la agrupación.

Como puede verse los desafíos que nos plantea la salida de un grupo de liberacionistas va más allá de la aparición de un nuevo partido político, implica una profunda reflexión, de cara a fortalecer esta divisa que tanto le ha dado al país.

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